A Palavra Revelada
Bom dia. Que a Páz do
Senhor vos encha de força para mais neste dia estarem capacitados para toda a
boa Obra. Hoje trazemos o Capitulo 4 do Livro de Éxodo e esta é uma postagem
especial que o Senhor nos tem permitido colocar neste espaço, a Biblia em
Espanhol, visto que é para o bem daqueles que desejam um melhor esclarecimento
sobre diversos temas que ao passo de meses e anos, veem sendo adulterados com
tantas atualizações Bíblicas, que, através das quais, o inimigo vem
aproveitando para tirar razão e a veracidade das verdades e desejos reais do
Senhor para o seu Povo. Há que ter em conta as pessoas e os meios usados para
tais trabalhos, há que ver baixo qual preceito e ordem estão realizando tantas
atualizações à Biblia.
Que a Paz do Senhor
os conforte todo o Tempo e que nunca esqueçáis de Orar e Vigiar sempre em todo
o momento. Nosso desejo é que esta versão da Biblia seja de grande ajuda e
esclarecimento a muitas questões e dúvidas de muitos.
Escrita de forma
simples ao alcance de todos, do mais erudito ao mais simples, todos sereis
capazes de a compreender, apesar de estar em uma língua de outra nação, sabemos
que já são muitos os que estudam hoje o Castellano (Espanhol).
Sim, é que o
principal tema de todos os textos estão explícitos, ou seja, claríssimos.
Temas de
conflitividades para os quais os novos Pastores não têm respostas, tudo está
mais claro nesta versão.
Vamos ao texto Biblico?
Assim diz o Senhor:
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La Biblia de Estudio
DIOS HABLA
HOY
Éxodo 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11 - 12 - 13 - 14 - 15 - 16 - 17 - 18 - 19
- 20 - 21 - 22 - 23 - 24 - 25 - 26 - 27 - 28 - 29 - 30 - 31 - 32 - 33 - 34 - 35
- 36 - 37 - 38 - 39 - 40
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Éxodo
4
Dios Habla Hoy (DHH)
4 —Ellos no me creerán, ni tampoco me harán caso
—contestó Moisés—. Al contrario, me dirán: “El Señor no se te ha aparecido.”
2 —¿Qué es lo que tienes en la mano? —preguntó el
Señor.
—Un bastón —contestó Moisés.
3 —Arrójalo al suelo —ordenó el Señor.
Moisés lo arrojó al suelo y, en ese mismo instante, el
bastón se convirtió en una serpiente. Moisés echó a correr para alejarse de
ella, 4 pero el Señor le dijo:
—Extiende la mano y agárrala de la cola.
Moisés extendió la mano y, al agarrarla, la serpiente
se convirtió otra vez en bastón.
5 —Esto es para que crean que se te ha aparecido el
Señor, Dios de tus antepasados, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob 6 —dijo el
Señor—. Y ahora, mete tu mano en el pecho.
Moisés metió su mano en el pecho y, al sacarla, vio
que estaba enferma de lepra y blanca como la nieve. 7 Entonces Dios le dijo:
—Vuelve a meter tu mano en el pecho.
Moisés lo hizo así y, al sacar la mano de nuevo, ya
estaba tan sana como todo su cuerpo. 8 Luego el Señor le dijo:
—Si con la primera señal no te creen ni te hacen caso,
entonces te creerán con la segunda; 9 pero si no te creen ni te hacen caso con
ninguna de estas dos señales, saca agua del río y derrámala sobre el suelo. En
cuanto el agua que saques del río caiga al suelo, se convertirá en sangre.
10 —¡Ay, Señor! —respondió Moisés—. Yo no tengo
facilidad de palabra, y esto no es sólo de ayer ni de ahora que estás hablando
con este siervo tuyo, sino de tiempo atrás. Siempre que hablo, se me traba la
lengua.
11 Pero el Señor le contestó:
—¿Y quién le ha dado la boca al hombre? ¿Quién si no
yo lo hace mudo, sordo, ciego, o que pueda ver? 12 Así que, anda, que yo estaré
contigo cuando hables, y te enseñaré lo que debes decir.
13 Moisés insistió:
—¡Ay, Señor, por favor, envía a alguna otra persona!
14 Entonces el Señor se enojó con Moisés, y le dijo:
—¡Pues ahí está tu hermano Aarón, el levita! Yo sé que
él habla muy bien. Además él viene a tu encuentro, y se va a alegrar mucho de
verte. 15 Habla con él, y explícale todo lo que tiene que decir; yo, por mi
parte, estaré con él y contigo cuando hablen, y les daré instrucciones de lo
que deben hacer. 16 Tú le hablarás a Aarón como si fuera yo mismo, y Aarón a su
vez le comunicará al pueblo lo que le digas tú. 17 Llévate este bastón, porque
con él harás cosas asombrosas.
Moisés
regresa a Egipto
18 Moisés volvió a casa de su suegro Jetró, y le dijo:
—Tengo que regresar a Egipto, donde están mis hermanos
de raza. Quiero ver si todavía viven.
—Anda, que te vaya bien —contestó Jetró.
19 Cuando Moisés estaba aún en la región de Madián, el
Señor le dijo:
—Regresa a Egipto, porque ya han muerto todos los que
querían matarte.
20 Moisés tomó entonces a su esposa y a su hijo, los
montó en un asno y regresó a Egipto. En la mano llevaba el bastón de Dios. 21
Después el Señor le dijo a Moisés:
—Cuando llegues a Egipto, pon toda tu atención en
hacer ante el faraón las maravillas que te he dado el poder de realizar. Yo,
por mi parte, voy a hacer que él se ponga terco y que no deje salir a los
israelitas. 22 Entonces le dirás al faraón: “Así dice el Señor: Israel es mi
hijo mayor. 23 Ya te he dicho que dejes salir a mi hijo, para que vaya a
adorarme; pero como no has querido dejarlo salir, yo voy a matar a tu hijo
mayor.”
24 Durante el camino, en el lugar donde Moisés y su
familia iban a pasar la noche, el Señor salió al encuentro de Moisés y quiso
matarlo. 25 Entonces Séfora tomó un cuchillo de piedra y le cortó el prepucio a
su hijo; luego, tocando con el prepucio del niño los pies de Moisés, le dijo:
«En verdad, tú eres para mí un esposo de sangre.»
26 Entonces el Señor dejó ir a Moisés. Y Séfora dijo
que Moisés era un esposo de sangre debido a la circuncisión.
27 Mientras tanto, el Señor le había dicho a Aarón:
«Ve al desierto a encontrarte con Moisés.» Y Aarón fue y encontró a Moisés en
el monte de Dios. Allí lo saludó con un beso. 28 Entonces Moisés le contó a
Aarón todas las cosas que el Señor le había ordenado decir, y también las
grandes maravillas que le mandaba hacer. 29 Luego fueron los dos a reunir a los
ancianos de Israel, 30 y Aarón les contó todo lo que el Señor había dicho a
Moisés, haciendo además ante la gente las maravillas que Dios le había ordenado
hacer.
31 La gente quedó convencida. Y al saber que el Señor
había puesto su atención en ellos y que había visto cómo sufrían, se inclinaron
en actitud de adoración.
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1996 by United Bible Societies