A todos, um dia muito agradável e cheio do consolo e alento da parte do nosso Deus os desejamos. Este é o Capitulo 23 do Livro de Gênesis e é como muitos já o sabem, uma postagem especial que o Senhor nos tem permitido colocar neste espaço, visto que é para o bem daqueles que desejam um melhor esclarecimento sobre diversos temas que ao passo de meses e anos, veem sendo adulterados com tantas atualizações Bíblicas, que, através das quais, o inimigo vem aproveitando para tirar razão e a veracidade das verdades e desejos reais do Senhor para o seu Povo. Há que ter em conta as pessoas e os meios usados para tais trabalhos, há que ver baixo qual preceito e ordem estão realizando tantas atualizações à Biblia.
Que a Paz do Senhor os conforte todo o Tempo e que nunca esqueçáis de Orar e Vigiar sempre em todo o momento. Nosso desejo é que esta versão da Biblia seja de grande ajuda e esclarecimento a muitas questões e dúvidas de muitos.
Escrita de forma simples ao alcance de todos, do mais erudito ao mais simples, todos sereis capazes de a compreender, apesar de estar em uma língua de outra nação, sabemos que já são muitos os que estudam hoje o Castellano (Espanhol).
Sim, é que o principal tema de todos os textos estão explícitos, ou seja, claríssimos.
Temas de conflitividades para os quais os novos Pastores não têm respostas, tudo está mais claro nesta versão.
Vamos ao texto Biblico?
Génesis - 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50
Muerte y sepultura de Sara
1 Sara vivió ciento veintisiete años, 2 y murió en Quiriat-arbá, o sea la ciudad de Hebrón, en la tierra de Canaán. Abraham lloró por la muerte de Sara y le guardó luto. 3 Luego salió de donde estaba el cadáver de Sara y fue a decirles a los hititas de aquel lugar:
4 --Aunque soy un extranjero entre ustedes, véndanme un sepulcro para enterrar a mi esposa.
5 Y los hititas le contestaron:
6 --¡Por favor, señor, escúchenos! Usted es entre nosotros un escogido de Dios. Entierre a su esposa en el mejor de nuestros sepulcros, pues ninguno de nosotros le negará su sepulcro para eso.
7 Entonces Abraham se puso de pie, hizo una reverencia ante los hititas, 8 y les dijo:
--Si de veras quieren que yo entierre aquí a mi esposa, por favor pídanle de mi parte a Efrón, el hijo de Sóhar, 9 que me venda la cueva de Macpelá, que está en la orilla de sus terrenos. Yo le pagaré el precio total de la cueva, y así seré dueño de un sepulcro en este lugar.
10 Como Efrón el hitita estaba allí entre ellos, le contestó a Abraham de manera que pudieran escucharlo sus paisanos y también todos los que pasaban por la entrada de la ciudad:
11 --¡No, señor mío, por favor! Yo le regalo el terreno, y la cueva que está en el terreno. Mis paisanos son testigos de que yo se lo regalo. Entierre usted a su esposa.
12 Pero Abraham volvió a hacer una reverencia a los habitantes del lugar 13 y le contestó a Efrón delante de todos:
--¡Por favor, escúcheme usted! Le ruego que acepte el dinero por el terreno, y después enterraré allí a mi esposa.
14 Entonces Efrón le contestó:
15 --Escúcheme, señor mío: el terreno vale cuatrocientas monedas de plata. Por esa cantidad no vamos a discutir, así que entierre usted a su esposa.
16 Abraham aceptó pagar la cantidad que Efrón había mencionado en presencia de los hititas, y le pagó en plata contante y sonante. 17 De esta manera el terreno de Efrón que estaba en Macpelá, al oriente de Mamré, es decir, el terreno con la cueva y todos los árboles que estaban dentro del terreno, 18 pasaron a ser propiedad de Abraham. De ello fueron testigos los hititas y todos los que pasaban por la entrada de la ciudad.
19 Después de esto Abraham enterró a Sara en la cueva que estaba en el terreno de Macpelá, al oriente de Mamré, lugar que también es conocido con el nombre de Hebrón, y que está en Canaán. 20 Así quedó en posesión del terreno y de la cueva que allí había, la cual los hititas le vendieron para sepultura.
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