A Palavra Revelada
A todos, um dia muito
agradável e cheio do consolo e alento da parte do nosso Deus os desejamos. Este
é o Capitulo 50, o último do Livro de Gênesis e é como muitos já o sabem, uma
postagem especial que o Senhor nos tem permitido colocar neste espaço, visto
que é para o bem daqueles que desejam um melhor esclarecimento sobre diversos
temas que ao passo de meses e anos, veem sendo adulterados com tantas
atualizações Bíblicas, que, através das quais, o inimigo vem aproveitando para
tirar razão e a veracidade das verdades e desejos reais do Senhor para o seu
Povo. Há que ter em conta as pessoas e os meios usados para tais trabalhos, há
que ver baixo qual preceito e ordem estão realizando tantas atualizações à
Biblia.
Que a Paz do Senhor
os conforte todo o Tempo e que nunca esqueçáis de Orar e Vigiar sempre em todo
o momento. Nosso desejo é que esta versão da Biblia seja de grande ajuda e
esclarecimento a muitas questões e dúvidas de muitos.
Escrita de forma
simples ao alcance de todos, do mais erudito ao mais simples, todos sereis
capazes de a compreender, apesar de estar em uma língua de outra nação, sabemos
que já são muitos os que estudam hoje o Castellano (Espanhol).
Sim, é que o
principal tema de todos os textos estão explícitos, ou seja, claríssimos.
Temas de
conflitividades para os quais os novos Pastores não têm respostas, tudo está
mais claro nesta versão.
Vamos ao texto
Biblico?
Assim diz o Senhor:
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La Biblia de Estudio
DIOS HABLA
HOY
Génesis - 50
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Génesis
50
Dios Habla Hoy (DHH)
50 Entonces José se abrazó al cuerpo de su padre, y
llorando lo besó. 2 Después ordenó a los médicos que estaban a su servicio que
embalsamaran el cuerpo de su padre Israel, y así lo hicieron. 3 Tardaron
cuarenta días en embalsamarlo, porque ése es el tiempo que se necesita para
hacerlo.
Los egipcios guardaron luto por Israel durante setenta
días, 4 y después de los días de luto, José habló con los del palacio del
faraón y les dijo:
—Si me he ganado el aprecio de ustedes, háganme el
favor de decirle al faraón 5 que cuando mi padre estaba por morir, me hizo
jurarle que yo lo enterraría en el sepulcro que él mismo se preparó, y que está
en la tierra de Canaán. Así que yo le ruego me permita ir a enterrar a mi
padre; una vez que lo haya enterrado, regresaré.
6 Y el faraón contestó:
—Ve a enterrar a tu padre, tal como él te lo pidió.
7 José fue a enterrar a su padre, y lo acompañaron
todos los funcionarios que tenían autoridad en el palacio del faraón y en
Egipto, 8 la propia familia de Jacob, la de José, y sus hermanos. En la tierra
de Gosen dejaron solamente a los niños y los animales. 9 También gente con
carretas y de a caballo acompañó a José, así que era muchísima gente. 10 Cuando
llegaron a Goren-ha-atad, que está al oriente del río Jordán, tuvieron una
solemne ceremonia luctuosa. Allí José guardó luto por su padre durante siete
días.
11 Cuando los cananeos que vivían en esa región vieron
la ceremonia, dijeron: «Los egipcios tienen un entierro muy solemne.» Por eso
llamaron Abel-Misraim a aquel lugar que está al oriente del Jordán.
12 Los hijos de Jacob hicieron con su padre todo lo
que él les había pedido, 13 pues lo llevaron a Canaán y lo enterraron en la
cueva del terreno de Macpelá, que Abraham le había comprado a Efrón el hitita
para que fuera el sepulcro de la familia. Este terreno y la cueva están al
oriente de Mamré. 14 Después de haber sepultado a su padre, José regresó a
Egipto junto con sus hermanos y con todos los que lo habían acompañado.
Últimos
días de José
15 Como Jacob había muerto, los hermanos de José
pensaron: «Tal vez José nos odia, y se va a vengar de todo el mal que le
hicimos.» 16 Entonces le mandaron a decir: «Antes de que tu padre muriera, nos
ordenó 17 que te dijéramos: “Por favor, te pido que perdones la maldad y pecado
de tus hermanos, que tan mal te trataron.” Por eso te rogamos que perdones
nuestra maldad, pues somos siervos del Dios de tu padre.»
Mientras los mensajeros le daban este mensaje, José
lloraba. 18 Entonces llegaron sus propios hermanos, se inclinaron delante de él
hasta tocar el suelo con la frente, y le dijeron:
—Aquí nos tienes. Somos tus esclavos.
19 Pero José les contestó:
—No tengan miedo. Yo no puedo ponerme en lugar de
Dios. 20 Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para
hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente. 21 Así que no
tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos.
Así José los tranquilizó, pues les habló con mucho
cariño.
Muerte de
José
22 José y la familia de su padre siguieron viviendo en
Egipto. José vivió ciento diez años, 23 y llegó a ver a los bisnietos de
Efraín. También alcanzó a recibir como miembros de la familia a los hijos de su
nieto Maquir, que era hijo de Manasés.
24 Un día José les dijo a sus hermanos: «Me falta poco
para morir, pero Dios vendrá a ayudarlos, y los sacará de este país para
llevarlos a la tierra que les prometió a Abraham, Isaac y Jacob.» 25 Entonces
hizo que los hijos de Israel le juraran, y les dijo: «En verdad, Dios vendrá a
ayudarlos. Cuando eso suceda, ustedes deben llevarse de aquí mis restos.»
26 José murió en Egipto a la edad de ciento diez años,
y su cuerpo fue embalsamado y puesto en un ataúd.
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1996 by United Bible Societies
MARANATA
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