Que a Paz do Senhor
os conforte todo o Tempo e que nunca esqueçáis de Orar e Vigiar sempre em todo
o momento. Nosso desejo é que esta versão da Biblia seja de grande ajuda e
esclarecimento a muitas questões e dúvidas de muitos.
Escrita de forma
simples ao alcance de todos, do mais erudito ao mais simples, todos sereis
capazes de a compreender, apesar de estar em uma língua de outra nação, sabemos
que já são muitos os que estudam hoje o Castellano (Espanhol).
Sim, é que o
principal tema de todos os textos estão explícitos, ou seja, claríssimos.
Temas de
conflitividades para os quais os novos Pastores não têm respostas, tudo está
mais claro nesta versão.
Vamos ao texto
Biblico?
Assim diz o Senhor:
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La Biblia de Estudio
DIOS HABLA
HOY
Éxodo 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11 - 12 - 13 - 14 - 15 - 16 - 17 - 18
- 19 - 20 - 21 - 22 - 23 - 24 - 25 - 26 - 27 - 28 - 29 - 30 - 31 - 32 - 33 - 34
- 35 - 36 - 37 - 38 - 39 - 40
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Éxodo
3
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios
llama a Moisés
3 Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetró, que
era sacerdote de Madián, y un día las llevó a través del desierto y llegó hasta
el monte de Dios, que se llama Horeb. 2 Allí el ángel del Señor se le apareció
en una llama de fuego, en medio de una zarza. Moisés se fijó bien y se dio
cuenta de que la zarza ardía con el fuego, pero no se consumía. 3 Entonces
pensó: «¡Qué cosa tan extraña! Voy a ver por qué no se consume la zarza.»
4 Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar,
lo llamó desde la zarza:
—¡Moisés! ¡Moisés!
—Aquí estoy —contestó Moisés.
5 Entonces Dios le dijo:
—No te acerques. Y descálzate, porque el lugar donde
estás es sagrado.
6 Y añadió:
—Yo soy el Dios de tus antepasados. Soy el Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob.
Moisés se cubrió la cara, pues tuvo miedo de mirar a
Dios, 7 pero el Señor siguió diciendo:
—Claramente he visto cómo sufre mi pueblo que está en
Egipto. Los he oído quejarse por culpa de sus capataces, y sé muy bien lo que
sufren. 8 Por eso he bajado, para salvarlos del poder de los egipcios; voy a
sacarlos de ese país y a llevarlos a una tierra grande y buena, donde la leche
y la miel corren como el agua. Es el país donde viven los cananeos, los
hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. 9 Mira, he
escuchado las quejas de los israelitas, y he visto también que los egipcios los
maltratan mucho. 10 Por lo tanto, ponte en camino, que te voy a enviar ante el
faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas.
11 Entonces Moisés le dijo a Dios:
—¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y
sacar de Egipto a los israelitas?
12 Y Dios le contestó:
—Yo estaré contigo, y ésta es la señal de que yo mismo
te envío: cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me adorarán
en este monte.
13 Pero Moisés le respondió:
—El problema es que si yo voy y les digo a los
israelitas: “El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes”, ellos me van
a preguntar: “¿Cómo se llama?” Y entonces, ¿qué les voy a decir?
14 Y Dios le contestó:
—YO SOY EL QUE SOY. Y dirás a los israelitas: “YO SOY
me ha enviado a ustedes.”
15 Además, Dios le dijo a Moisés:
—Di también a los israelitas: “El Señor, el Dios de
los antepasados de ustedes, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha
enviado a ustedes.” Éste es mi nombre eterno; éste es mi nombre por todos los
siglos. 16 Anda, reúne a los ancianos de Israel y diles: “El Señor, el Dios de
sus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me
dijo que ha puesto su atención en ustedes, y que ha visto el trato que les dan
en Egipto. 17 También me dijo que los va a librar de los sufrimientos en
Egipto, y que los va a llevar al país de los cananeos, hititas, amorreos,
ferezeos, heveos y jebuseos; a una tierra donde la leche y la miel corren como
el agua.” 18 Los ancianos te harán caso; entonces tú irás con ellos a ver al
rey de Egipto, y le dirás: “El Señor, el Dios de los hebreos, ha salido a
nuestro encuentro. Por lo tanto, déjanos ir al desierto, a una distancia de
tres días de camino, a ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.” 19 Sin
embargo, yo sé muy bien que el rey de Egipto no los dejará salir, si no es por
la fuerza. 20 Por lo tanto, yo mostraré mi poder y heriré de muerte a los
egipcios con todas las cosas asombrosas que haré en su país; después de eso el
faraón los dejará salir. 21 Además, yo haré que los israelitas se ganen la
buena voluntad de los egipcios, de modo que cuando salgan no se vayan con las
manos vacías. 22 Cada mujer pedirá a su vecina, o a cualquier otra mujer que
viva con ella, que le dé objetos de plata y de oro, y vestidos, con los que
ustedes vestirán a sus hijos e hijas, despojando así a los egipcios de todo lo
que tengan.
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1996 by United Bible Societies
MARANATA
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