A todos, um dia muito agradável e cheio do consolo e alento da parte do nosso Deus os desejamos. Este é o Capitulo 28 do Livro de Gênesis e é como muitos já o sabem, uma postagem especial que o Senhor nos tem permitido colocar neste espaço, visto que é para o bem daqueles que desejam um melhor esclarecimento sobre diversos temas que ao passo de meses e anos, veem sendo adulterados com tantas atualizações Bíblicas, que, através das quais, o inimigo vem aproveitando para tirar razão e a veracidade das verdades e desejos reais do Senhor para o seu Povo.
Há que ter em conta as pessoas e os meios usados para tais trabalhos, há que ver baixo qual preceito e ordem estão realizando tantas atualizações à Biblia.
Que a Paz do Senhor os conforte todo o Tempo e que nunca esqueçáis de Orar e Vigiar sempre em todo o momento.
Nosso desejo é que esta versão da Biblia seja de grande ajuda e esclarecimento a muitas questões e dúvidas de muitos.
Escrita de forma simples ao alcance de todos, do mais erudito ao mais simples, todos sereis capazes de a compreender, apesar de estar em uma língua de outra nação, sabemos que já são muitos os que estudam hoje o Castellano (Espanhol).
Sim, é que o principal tema de todos os textos estão explícitos, ou seja, claríssimos.
Temas de conflitividades para os quais os novos Pastores não têm respostas, tudo está mais claro nesta versão.
Vamos ao texto Biblico?
28 Entonces Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le dio esta orden: «No te cases con ninguna mujer de esta tierra de Canaán. 2 Vete a Padán-aram, a la casa de tu abuelo Betuel, y cásate allá con una de las hijas de tu tío Labán. 3 Que el Dios todopoderoso te bendiga y te dé muchos descendientes, para que de ti salgan muchas naciones. 4 Que te dé a ti, y también a tus descendientes, la bendición que le prometió a Abraham, para que sean dueños de esta tierra donde ahora vivimos como extranjeros, pues él se la prometió a Abraham.»
5 Así fue como Isaac envió a Jacob a Padán-aram. Jacob llegó a casa de Labán, que era hijo de Betuel el arameo y hermano de Rebeca, la madre de Jacob y Esaú.
Esaú se casa
6 Esaú había visto cuando Isaac le dio su bendición a Jacob y lo envió a Padán-aram para casarse allá. También se fijó en que su padre, al bendecirlo, le encargó que no se casara con ninguna mujer de Canaán, 7 y que Jacob se fue a Padán-aram como su padre y su madre le habían dicho. 8 De esa manera Esaú se dio cuenta de que a su padre no le agradaban las mujeres de Canaán; 9 por eso fue a ver a Ismael, hijo de Abraham, y tomó por esposa a su hija Mahalat, que era hermana de Nebaiot, además de las esposas cananeas que ya tenía.
Dios se aparece a Jacob en Betel
10 Jacob salió de Beerseba y tomó el camino de Harán. 11 Llegó a cierto lugar y allí se quedó a pasar la noche, porque el sol ya se había puesto. Tomó como almohada una de las piedras que había en el lugar, y se acostó a dormir. 12 Allí tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y bajaban. 13 También veía que el Señor estaba de pie junto a él, y que le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra en donde estás acostado. 14 Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes. 15 Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte sin cumplir lo que te he prometido.»
16 Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: «En verdad el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.» 17 Tuvo mucho miedo, y pensó: «Este lugar es muy sagrado. Aquí está la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!»
18 Al día siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la puso de pie como un pilar, y la consagró derramando aceite sobre ella. 19 En ese lugar había antes una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel.
20 Allí Jacob hizo esta promesa: «Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje que estoy haciendo, si me da qué comer y con qué vestirme, 21 y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios. 22 Esta piedra que he puesto como pilar, será casa de Dios; y siempre te daré, oh Dios, la décima parte de todo lo que tú me des.»
Sem comentários:
Enviar um comentário