A Palavra Revelada
A
todos, um dia muito agradável e cheio do consolo e alento da parte do nosso
Deus os desejamos. Este é o Capitulo 48 do Livro de Gênesis e é como muitos já
o sabem, uma postagem especial que o Senhor nos tem permitido colocar neste
espaço, visto que é para o bem daqueles que desejam um melhor esclarecimento
sobre diversos temas que ao passo de meses e anos, veem sendo adulterados com
tantas atualizações Bíblicas, que, através das quais, o inimigo vem
aproveitando para tirar razão e a veracidade das verdades e desejos reais do
Senhor para o seu Povo. Há que ter em conta as pessoas e os meios usados para
tais trabalhos, há que ver baixo qual preceito e ordem estão realizando tantas
atualizações à Biblia.
Que a
Paz do Senhor os conforte todo o Tempo e que nunca esqueçáis de Orar e Vigiar
sempre em todo o momento. Nosso desejo é que esta versão da Biblia seja de
grande ajuda e esclarecimento a muitas questões e dúvidas de muitos.
Escrita
de forma simples ao alcance de todos, do mais erudito ao mais simples, todos
sereis capazes de a compreender, apesar de estar em uma língua de outra nação,
sabemos que já são muitos os que estudam hoje o Castellano (Espanhol).
Sim, é
que o principal tema de todos os textos estão explícitos, ou seja, claríssimos.
Temas
de conflitividades para os quais os novos Pastores não têm respostas, tudo está
mais claro nesta versão.
Vamos
ao texto Biblico?
Assim diz o Senhor:
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La Biblia de Estudio
DIOS HABLA
HOY
Génesis - 48 49 50
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Génesis 48
Jacob bendice a Efraín y a Manasés
48 Poco tiempo después le dijeron a José que su padre estaba enfermo.
Entonces José fue a verlo, y llevó a sus dos hijos, Manasés y Efraín. 2 Cuando
dieron aviso a Jacob de que su hijo José había llegado a verlo, hizo un
esfuerzo y se sentó en la cama. 3 Y le dijo a José:
—El Dios todopoderoso se me apareció en la ciudad de Luz, en la tierra de
Canaán, y me bendijo 4 con estas palabras: “Mira, yo haré que tengas muchos
hijos, y que tus descendientes lleguen a formar un conjunto de naciones. Además,
a tu descendencia le daré esta tierra. Será de ellos para siempre.” 5 Ahora
bien, tus hijos Efraín y Manasés, que te nacieron aquí en Egipto antes de que
yo viniera a reunirme contigo en este país, me pertenecen a mí. Ellos son tan míos
como lo son Rubén y Simeón. 6 Los hijos que tengas después de ellos te
pertenecerán a ti y, por ser hermanos de Efraín y Manasés, tendrán parte en su
herencia. 7 Cuando yo regresaba de Padán-aram, se me murió tu madre Raquel en
Canaán, poco antes de llegar a Efrata; y la enterré allí, en el camino de
Efrata, que ahora es Belén.
8 De pronto Israel se fijó en los hijos de José, y preguntó:
—Y éstos, ¿quiénes son?
9 —Son los hijos que Dios me ha dado aquí en Egipto —contestó José.
Entonces su padre le dijo:
—Por favor, acércalos más a mí, para que les dé mi bendición.
10 Israel era ya muy viejo y le fallaba la vista. No podía ver muy bien, así
que José acercó los niños a su padre, y él los besó y abrazó. 11 Luego le dijo
a José:
—Ya no esperaba volver a verte y, sin embargo, Dios me ha dejado ver también
a tus hijos.
12 José quitó a los niños de las rodillas de su padre, y se inclinó hasta
tocar el suelo con la frente. 13 Luego tomó a los dos, a Efraín con la mano
derecha y a Manasés con la izquierda, y los acercó a su padre. Así Efraín quedó
a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha. 14 Pero al extender Israel sus
manos, las cruzó y puso la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, que era el
menor, y la mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, aunque él era el mayor.
15 Entonces bendijo a José de esta manera:
«Que el Dios a quien obedecieron
Abraham e Isaac, mis padres,
el Dios que me ha cuidado
desde el día en que nací,
16 el ángel que me libra de todo mal,
bendiga a estos muchachos.
Que por medio de ellos se recuerde mi nombre
y el nombre de mis padres, Abraham e Isaac.
Que lleguen a tener muchos hijos
y sean grandes multitudes en el mundo.»
17 Pero a José le pareció mal que su padre pusiera la mano derecha sobre la
cabeza de Efraín, así que tomó la mano de su padre para quitarla de la cabeza
de Efraín y ponerla sobre la de Manasés, 18 mientras le decía:
—¡No, padre, así no! Éste es el mayor. Pon tu mano derecha sobre su cabeza.
19 Pero su padre no quiso hacerlo, y contestó:
—¡Ya lo sé, hijo, ya lo sé! También él llegará a ser una nación muy
importante. Sin embargo, su hermano menor será más importante que él, y sus
descendientes llegarán a formar muchas naciones.
20 Ese mismo día Jacob los bendijo con estas palabras:
—El pueblo de Israel usará el nombre de ustedes para las bendiciones, y dirán:
“Que Dios haga contigo como hizo con Efraín y Manasés.”
Así puso Israel a Efraín antes de Manasés. 21 Luego le dijo a José:
—Mira, yo voy a morir; pero Dios estará con ustedes y los hará regresar a
la tierra de sus antepasados. 22 A ti te he dado más que a tus hermanos: te doy
Siquem, que les quité a los amorreos luchando contra ellos.
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1996 by United Bible Societies
MARANATA
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